Naranja es el color del amor.

Supongo que la vida es así, que algunos nacen con la suerte que otros pierden en el camino, o quizás es que mientras estás solo tienes que enfrentar la felicidad de otros que se estampa frente a ti. No quiero ser hipócrita, es algo injusto e inmoral por eso nunca me he propuesto ser política, y de sobra sé que hoy personas  darían un pedazo de sus almas por tener la mitad de lo que en estos momentos yo poseo, pero supongo que quejarse ya es rutina y que siempre voy a querer más. Hoy es un día de esos que piensas, y te imaginas como podrían haber sido vuestras vidas juntas, y te maldices o agradeces según tu nivel de conformismo que según dicen es la cualidad suprema. Puedes estar satisfecha por haber vivido  experiencias, que al fin y al cabo cada día es una nueva, y a la vez sentirte impotente por no ser capaz de actuar para cambiar ese destino que os ha separado. ¿Sabéis?, personalmente creo que cada uno de nosotros tenemos nuestra media naranja y lo que es más importante, somos la mitad de otro, y tened por seguro que un cuchillo llamado tiempo nos corta a todos, nos deja solos y vacíos mientras nos escuece la herida lo que causa dependencia a mayor o menor nivel de encontrar esa otra mitad, como ya sabemos nunca hay dos historias iguales, pues lo mismo pasa con las naranjas y sus cortes, debido a las ganas que tenemos de volver a sentirnos uno, paradójicamente por la presencia de otro nunca cesamos la búsqueda de aquel que debe complementarnos, y algunos nos amarramos a clavos ardiendo con tal de tener a alguien, de ahí salen relaciones, rollos y líos que yo clasifico como tóxicos , y en estos casos sí, pasas de ser una triste mitad de naranja a ser una entera, que poco a poco resbalará, caerá y volverá a sus inicios.